23 noviembre 2006

la violencia hacia las mujeres es estructural

hoy,en perú.21, salió una nota: una mujer, estudiante de derecho de la pucp, denuncia violación. acá esta la nota completa.

este indignante caso da pie para pensar lo que ya el colectivo 25 de noviembre denuncia: la violencia es estructural, no sólo se da en los espacios "domésticos". los argumentos dados por el agresor, y sus testigos-amigos, lo demuestran:

...la chica le prestaba "demasiada atención" o se mostraba "muy cariñosa" con el agresor...
otra perla, esta vez las palabras del propio agresor:
"no entiendo por qué, si ella dice que le hice daño, siguió trabajando para mí más de un mes después de la supuesta violación".
todas las mujeres, de una u otra forma, hemos sufrido algún tipo de violencia: en la casa, en la calle, en el micro, en la universidad, en cualquier lugar. con una mirada, con un roce, con las palabras, con un fusil o con la mano, todas por igual.

recuerdo la vez que denuncié a un hombre que se estuvo masturbando frente a mí (y conmigo) en los pasillos de la universidad. lamentablemente nunca más lo volví a encontrar, pero jamás me olvidaré de su cara. jamás olvidaré lso comentarios vertidos por algunas personas que yo conocía, arguyendo que mi reacción posterior era exagerada (denunciar). y jamás me olvidaré de lo vulnerable que me hizo sentir, del miedo paralizante que sentí en ese momento que me impidió encararlo, de la vergüenza que sentí. peor aún, sentí que yo podía haber tenido algo de culpa... ustedes saben, los discursos de siempre: si mi ropa estaba muy apretada, si estaba sentada de forma "insinuante", un sinfín de argumentos que lo único que hacen es desdibujar el tema central: las mujeres.



las leyes y los "activismos" no son suficientes si a lo que nos enfrentamos es mucho más poderoso que eso: una sociedad centrada, desde las leyes hasta el plano simbólico, en lo masculino, una sociedad en la que la mujer no tiene cabida, una sociedad estructuralmente patriarcal. las políticas públicas, las leyes, los plantones, las veladas, los libros, la teoría aportan pero no son suficientes. si argumentos como los vertidos por el agresor son tomados en cuenta para deslegitimar la palabra de una mujer, pues entonces es evidente que seguimos siendo una sociedad enferma. si el juzgado archiva el caso, pues es evidente que la palabra de la mujer no vale ni diez centavos. si los argumentos del agresor son pan de cada día para legitimar la violencia hacia nosotras, pues es evidente que algo está fallando.

quizás, se me ocurre, las cosas podrían comenzar a cambiar (aunque sea de a pocos), cuando comencemos a vernos entre todos como iguales: cuando realmente las mujeres dejemos de ser consideradas ciudadanas de 2º categoría, cuando la palabra de una mujer de 75 años analfabeta e indocumentada valga tanto como la de un hombre de 35 años profesional.

estoy indignada.